¿Competencia es sinónimo de enfrentamiento?

"Disputa o contienda entre dos o más personas sobre algo."

Todo ser humano, innegablemente, tiene una pequeña porción de su ser con una leve inclinación hacia buscar en los demás o en su propio entorno, algo que pueda satisfacerle sus más profundos deseos, anhelos y aspiraciones, sean de la forma que sean. Si esto es de inmediata solución, no se hace problema, simplemente lo toma y listo, ya está hecho, hasta la próxima vez que o requiera.
Pero qué sucede cuando esos deseos, desenfrenados algunos, se convierten en un serio problema al no encontrar una respuesta inmediata, desencadenando una suerte de montañas rusas emocionales y dejando palpitar el corazón ante semejante carencia material o espiritual.
Inmediatamente ocurre un fenómeno que deja ya de ser exclusivamente de estos bípedos con alma, sino que se extiende a toda las criaturas que hacen de la madre naturaleza, la mejor de las madres. Esto es lo que, a mi parecer, hizo que Caín le zampe semejante porrazo a su Abel y lo deje tirado sobre la tierra. Es la misma razón por la cual los países invierten millones y millones de dólares para ver quien mata más gente. De igual manera, es lo que motiva a las empresas a llenar de publicidad las principales avenidas de la ciudad y que hagan que la gente se preocupe por no pegarse con un letrero en la cabeza.
Todo eso es promovido por la sana "competencia". Allí parte todo. Es la necesidad de un hombre, animal, empresa o país por obtener algo que el otro también desea, que todos desean y que sólo a uno va a poder hacer alcanzar lo que de ella pueda obtener.
En nuestra historia pueden ser millones las situaciones por la cuales podemos descubrir este feómeno, y no sólo en lo comercial o lo negocios como piensan algunos. Pero es inevitable poder detectar en ello lo casos más saltantes que llaman nuestra atención y nos hacen voltear la mirada ante tanta competencia.

Estos días en Trujillo estamos viviendo un poco de ello. La disputa entre Pilsen Trujillo (Backus & Johnston) y Brahma (Ambev) ha llegado a nuestra ciudad y pretende desencadenar este sábado una suerte de música, cerveza y juerga que, según dicen, dará vuelta y media a cuanta gente caiga rendida a sus pies. Para pisar suelo, ambas marcas de cerveza estarán ofreciendo el sábado 12, y en sus respectivos locales acondicionados con chanchas de cerveza al polo y urinarios portátiles, presentaciones de grupos de diversos géneros. Cada uno apuesta por lo mejor que pueden ofrecer. El Mega evento internacional de Pilsen Trujillo, empresa con más de 80 años en la ciudad, apuesta por grupos como Amén, Libido, TK, Mar de Copas y los chilenos de Los Prisioneros. El Tour Brahma de Ambev, con menos de 1 año en el mercado peruano ofrece a los No Se Quien y los No Se Cuantos, Pedro Suárez Vértiz y Gianmarco.
¿Qué mueve a estas empresas, que están en una real competencia, a programar dos conciertos el mismo día y a la misma hora? ¿Es una competencia limpia?
Si bien ambas esperan abarrotar de cervezas y ganancias sus respectivos conciertos, los que saldrán más beneficiados con esta competencia son los trujillanos que podrán disfrutar de buenos shows durante todo el sábado.