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lunes, julio 11, 2005

La noche más larga - tercera parte

Mi alma se partió en dos
y sobrevino lo que esperaba.
El dolor fue tan desgarrador
que tuve miedo a voltear la cara
para no ver tan dolorosa escena
y evitar hacer más daño del que estaba hecho.

Mi escudo fue el olvido
pero mi espada vino primero
y el llanto y la amargura cubrieron la noche
la cual era más oscura que otras veces,
a pesar que el día fue claro.

Mientras el reloj avanza
mi corazón cae a pedazos
y mi aliento se hace amargo
pues el dolor se extiende a mi alma
y el frío a mi corazón.

"No quiero más esto"
grito en mi mente sin pronunciar sonido
y me siento tan agotado como aquel corredor
que busca una presea al final del sendero de ladrillo y cal
sólo para sentirse bien.

Busco su mirada esquiva
y esquivo su mirada buscada
nuestros ojos lo dicen todo
y nuestras bocas se dicen todo
para sellar con un beso lo anhelado.

Hoy es otro día,
el reloj dio vueltas a sus manecillas con mayor velocidad
y mi vida retoma su camino de la misma forma
salvo que caida la noche, cuando estemos sólos
nuestros corazones aceleren ese sentir.

© Copyright 2005 / Fredy Zegarra