La lucha

El miedo y la soledad
tocan a mi puerta,
e intentan penetrar en ella
como una ráfaga de viento
que cada día roza el rostro de un hombre
sin que éste se dé cuenta.

El miedo y la soledad
desean doblegar mis rodillas
pues son como dos fuertes aliados,
que en el campo de batalla unen sus espadas
para desterrar al enemigo
de su sed de triunfo.

El miedo y la soledad
se sientan en mi mesa
y me dan de comer amargura, rencor y vergüenza,
que cala hondo en mi ser
e intenta destruir
la felicidad que me queda.

Pero ambas no saben lo que soy,
lo que pienso y lo que siento,
sólo algunos lo saben
y no daré tregua ni a ellas ni a nadie
pues el amor es mi trinchera
y la esperanza mi fiel compañera.